#relato FUE LA NOCHE MÁS LUCERA... Homenaje a "Eco Navideño"
Fue la noche más
lucera…
Bajo la noche azul, una canción va por el
aire y nadie la sabe.
Una canción que los ángeles cantan en las
alturas para anunciar la gloria de Dios. Pero un ángel del Cielo, voló y voló
hasta llegar a la Tierra, vistiendo la madrugada de rocío y rosas.
El ángel, viendo a unos pastores
descansando al calor de una hoguera, batió sus alas con fuerza hasta llegar a
ellos y apoyando sus pies en una zarza cercana anunció:
-¡Alegría, zagales, que está naciendo la
Luz y el mundo se llenará del Amor de Dios!-
Los pastores se asustaron por la presencia
del ángel y él, conmovido y risueño, les dijo:
-No temáis, humildes pastores, que el Hijo
de Dios ha nacido para ser pastor. Poneos en camino hacia la ciudad de Belén y
allí lo encontraréis.-
-Hermano del alma, ¿cómo encontraremos al
niño? Belén es muy grande.- preguntó uno de los pastores a otro.
El ángel, viéndolos dudar, alzó una mano
hacia el cielo y, con un poder sobrehumano, iluminó la noche con una estrella
de plata divina y hermosa.
-Seguid a la estrella y allí encontraréis
al Rey de Reyes que por almohada tiene la paja y por lecho la humildad de una
dulce niña llamada María de Nazaret.- dijo desapareciendo.
Una pastorcilla, escondida en un naranjal,
contempló lo sucedido y sin vacilar corrió hacia la casa del anciano Simeón a
contarle lo que allí vio y el anciano profeta pensativo le contestó:
-Hoy son flores y rosas, serán mañana
espinas en corona cruel. Será Amor en el pesebre y sufrimiento en la Cruz y los
valles se llenarán de cantos, cuando al despuntar el alba, el Cielo de luz se
hará un manto de nueva belleza y la Esperanza recobrará su nombre en el alma
dormida del hombre.-
Y el anciano durmió sonriente esperando que
su profecía se cumpliera.
La pastorcilla salió de la casa de Simeón
con alegría y tristeza al escuchar la profecía del anciano. No la entendía del
todo pero decidió dejar atrás Jerusalén para conocer al Mesías de las Sagradas
Escrituras que en los brazos de una virgen madre dormido estaría.
En las puertas de la ciudad unos hombres
sujetaban las riendas de tres camellos y se escondió detrás de una de las
columnas con miedo.
-¿Te dan miedo los camellos?- dijo una voz
detrás de ella.
Tres hombres con extraños ropajes sonreían
a la niña:
-No temas, pequeña. Son unas criaturas
pacíficas.- dijo el hombre de la barba blanca y ropas de color rojo oscuro.
-Vamos hacia Belén y buscamos al rey de los
judíos.- dijo el de ropas azules como la noche.
-¿Quiénes sois y de dónde venís?- preguntó
la pastorcilla.
-Somos sabios venidos de Oriente y buscamos
a un niño que acaba de nacer.- dijo el tercero que iba vestido con ropajes
verdes.
-En los brazos de la Virgen Madre dormido
estará.- respondió la niña con temor.-Caminad y seguid a la estrella hasta
Belén y allí lo encontraréis.-
-Gracias, pequeña.- dijo el de barba
blanca.
-¿Qué haréis con él?-
-Pastorcilla parlera y graciosa ante un Rey
divino y humano estos tres ancianos se van a rendir.- contestó el de verde y de
oscura faz.
La pastorcilla se llenó de alegría y corrió
hacia Belén para ver al niño.
Por el camino se cruzó con fariseos,
saduceos y puritanos, con pastores y sus rebaños, con campesinos y herradores,
con mendigos y pobres. Todos van que van al portal de Belén. Todos alegres
cantando con pandero y rabel, zambombas y caramillos.
La niña sonreía y se admiraba diciendo qué
importante tiene que ser ese niño para que ricos y pobres quieran conocerle con
tanta alegría.
Y de entre todas las casas de Belén, la más
humilde de todas ellas brillaba con resplandor de plata y en un humilde pesebre
la niña llamada María arropaba con su manto de ternura al Niño Dios.
María miraba a José con ojos dulces y
tiernos y reía de alegría y de felicidad cantando la nanita ea para que se
duerma el Rey celestial.
José deslumbrado no dice palabra, mientras
que la pastorcilla admira la escena.
-Ven, pastorcilla.- dijo María. -Acércate.-
Y la niña, sonrojada por la timidez, se
acercó al recién nacido.
-Parabién mereces, parabienes tengas,
aunque tantos bienes como Dios posea.- exclamó.
María sonriente acarició la mejilla de la
pastorcilla con dulzura.
-¿Quién eres, chiquilla?-
-También me llamo María, al igual que tú, y
vengo de muy lejos, de Magdala, siguiendo a una estrella que un ángel de Dios
puso en el cielo.- dijo la pastorcilla. -¿Cómo se llama el niño?-
-Jesús.-
Y desde aquella noche, la pastorcilla
siguió a ese niño nazareno, que ahora sonreía y dormía, en su camino hacia Jerusalén…
···O··O··O··O··O···
Con
este relato navideño, ganador del primer premio del I Concurso Navideño de
Relatos Cortos organizado por la Biblioteca Pública Municipal “Juan Delgado
López” y el Centro Guadalinfo de Minas de Riotinto, quise y quiero hacer un
humilde y sencillo homenaje a ese grupo de campanilleros tan arraigado en Minas
de Riotinto llamado “ECO NAVIDEÑO” y llevan casi cuarenta años
cantándole a la navidad con sus característicos villancicos. Villancicos únicos
de composición propia del grupo y de su director, José Joaquín Juan, que ha
conseguido adaptar los bellos versos de Lope de Vega, de Eduardo Marquina, y de
poetas locales como son Juan Delgado López, Gregorio García Cardoso y Arturo
Real Ximénez.
- ‘Alegría zagales’, del villancico “Alegría
Zagales”
- ‘Parabién mereces, parabienes tenga aunque
tantos bienes como Dios posea’ de la parte recitada de “Norabuena”.
- La
contestación del anciano Simeón es una mezcla de frases de algunos villancicos.
Pero si hay
un villancico característico de Minas de Riotinto es “La Pastorcita”,
compuesto íntegramente por Gregorio García Cardoso. Este es un villancico que
los tres grupos de campanilleros riotinteños cantan allí donde van, porque es
un villancico tan bello y tan nuestro, que sería una ofensa no cantarlo. Por
eso quise ensalzar en mi relato al villancico de “La Pastorcita” haciendo
protagonista a esa tierna pastorcita que el poema de Gregorio García Cardoso decía
que estaba en un naranjal cuando pasaron los tres Reyes Magos y que yo convertí
en una de las figuras más importantes y más ninguneada, desde mi punto de vista,
en las Sagradas Escrituras, María de Magdala, María Magdalena.
Aquí os
dejo el enlace al villancico de “La Pastorcita” en las voces de este magnífico
grupo de campanilleros y a los que les rindo homenaje con este relato, ECO
NAVIDEÑO.
¡Espero
que lo disfrutéis!
¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!
Melquias de Gossan,
bibliotecario
de “La Biblioteca de Urium”.
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